Raza de perro: Gran Danés

Para conocer bien al perro gran danés, vamos a empezar por sus características esenciales:
Altura a la cruz: Más de 80 cm.
Peso: 45 – 100 kg.
Esperanza de vida: 8 – 10 años.
Estilo de vida apropiado: Vida con niños, casas grandes, deportes.

El gran danés es una raza que goza de gran popularidad en todo el mundo, en parte debido al personaje de dibujos animados Scooby Doo. Se trata de un perro muy grande, poderoso y de apariencia imponente. Es muy proporcionado y estilizado a pesar de su gran tamaño. De hecho, son bastante delgados, esto se puede apreciar especialmente en la mitad posterior de su cuerpo.

La cabeza del perro gran danés es delgada y alargada, pero no puntiaguda; el hocico es algo rectangular y muy bien definido. La trufa es algo grande y suele ser negra, excepto en los perros de color arlequín o azulado, en los que la trufa puede ser color carne o con manchas negras. Sus ojos son medianos, almendrados y de mirada viva; suelen ser oscuros, pero en ocasiones algo más claros o incluso de diferente tonalidad. Las orejas del gran danés son altas, medianas y caídas; el gran danés es una de esas razas que tradicionalmente ha sufrido el cruel e injustificado corte de orejas, pero actualmente, por suerte está en desuso.

El pelo de la raza gran danés es corto, brillante y suave, pegado al cuerpo. Hay diferentes tonos reconocidos: atigrado, negro, arlequín, leonado o azul.

¡No dejes que el inmenso tamaño del gran danés te dé una idea equivocada de su temperamento! Son perros muy amistosos y alegres. Eso sí, pueden ser algo reservados con los extraños, aunque no agresivos. De cualquier modo, para evitar problemas siempre es recomendable (por no decir obligatorio) socializar al gran danés desde cachorro, igual que ocurre con todos los perros. Así se acostumbrará a relacionarse con todo el mundo: conocidos, desconocidos, otros perros y animales. Incluso, aunque por lo general se suele tener cierto miedo a los perros grandes en este sentido, el gran danés se lleva genial con los niños. Por supuesto, hay que enseñar a ambos a relacionarse y tratarse adecuadamente.